La
tendencia de los negocios para el tercer milenio es la valoración del capital
intelectual. Si los gerentes se prepararan para administrar y potenciar el
capital intelectual al menos de la misma manera como se preparan para
administrar las finanzas o la producción de sus firmas, sus compañías estarían
mejor situadas y las personas que hacen parte de ellas trabajarían con más
corazón por ser los mejores.
Básicamente
los 11 mandamientos de Kiernan hacen referencia a la potenciación del capital
intelectual, a continuación hacemos referencia a ellos:
· No juegues de acuerdo con las reglas de competencia
dominantes de tu medio: Inventa las tuyas y haz que otros sigan tus pasos.
· Innovar o morir. Desarrolla estrategias y mecanismos
conscientes para promover innovaciones, realiza ejercicios de creatividad en
toda la empresa.
·
Vuelve a examinar tu empresa para encontrar activos
estratégicos escondidos, luego impúlsalos lo más que puedas: Quieres ser parte
de una empresa excepcional, fíjate en todos tus colaboradores y en todos los procesos,
seguro hallarás potencial de valor que podrás aprovechar y apalancar.
· Desarrolla la inclinación por la velocidad y la acción de tu
empresa: El análisis y la reflexión son muy buenas, pero no llegarás a ningún
lado sin llevar los planes a la práctica, más vale que seas rápido antes que
otros se te adelanten. Mejor dicho, no camines, corre y si puedes cómprate una
moto por que tu competencia se mueve más rápido de lo que imaginas.
· Debes ser proactivo y experimental: tienes una iniciativa en
mente pero no sabes como decirlo en la junta directiva por miedo al rechazo.
Inténtalo y si dan vía a tu idea llévala a cabo, la prueba y el error valen.
· Rompe barreras: Las compañías "virtuales" del
siglo XXI están desmantelando las barreras internas que con tanta frecuencia
separan gente, departamentos y disciplinas. Sal de lo convencional, empodera a
tus colaboradores, dales autonomía y capacidad de decisión, cambia horarios,
formas de compensación y de capacitación, etc.
· Emplea toda tu gente y todas sus capacidades, todo el
tiempo: Empodera a tus colaboradores, dales autonomía y capacidad de decisión,
si tú los contrataste es por que son los mejores cree en ellos.
· Globaliza tanto tu perspectiva como las bases de tu
conocimiento: Conviértete en un dirigente global, sí así como suena, las
economías emergentes tienen crecimientos muy rápidos que puedes aprovechar.
· Admite que la revolución ecoindustrial esta sobre nosotros: Los
resultados financieros no son lo único que cuenta, debes pensar en tus hijos y
nietos, los lazos entre economía y medio ambiente son más estrechos día a día.
· Haz del aprendizaje organizacional una religión de tu
empresa: Si tienes la posibilidad de conocerte, aprender rápido y atacar,
basado en dicho conocimiento, las debilidades de tu empresa, tendrás una
ventaja sobre tus competidores. Si el aprendizaje lo conviertes en
oportunidades, nuevos productos, servicios y tecnologías antes que tu competencia,
serás líder.
· Desarrolla herramientas estratégicas para medir tu
desempeño: No basta con mediciones estáticas de las finanzas o el desempeño de
mercados, debes detectar los factores dinámicos que afectan la producción, las
finanzas, el mercado y en general, el entorno de tu empresa.
RELACION
DE LA ADMINISTRACION
CON OTRAS CIENCIAS
ADMINISTRACION Y DERECHO
El
derecho forma la estructura necesaria en que descansa lo social. Sólo sobre la
base de una justicia, establecida por el derecho, puede quedar firmemente
asentada esa estructura.
Una
sociedad sin derecho, es inconcebible, aun para la administración privada. Sólo
puede administrarse un organismo social, cuando es posible exigir determinadas
acciones de los demás, sea que éstas les hayan sido impuestas por ley, o que
deriven inmediatamente de un convenio.
Las
normas administrativas muchas veces se sustentan directamente, por ello, sobre
las jurídicas; otras veces, derivan directamente de un convenio, pero éste, a
su vez, descansa en un ordenamiento de derecho. Sin embargo, cabe hacer notar
que la Administración
no es de suyo jurídica, sino meta-jurídica; esto es: que no se realiza de suyo
por el mero cumplimiento de derecho y obligaciones, sino que busca estimular la
cooperación espontánea, activa, precisa, entusiasta y, sobre todo, eficaz, de
quienes forman una empresa u otro organismo social, para lograr la máxima
eficiencia en la coordinación.
Sin el
cumplimiento de derechos y obligaciones, la coordinación es imposible, pero en
el mero cumplimiento forzado de éstos, no existen tampoco de suyo elementos
suficientes para lograr la máxima
eficiencia de la coordinación, fin al que la Administración se
dirige.
En otras
ocasiones, por el contrario, una norma administrativa, que busca la eficiencia
en un organismo social, por exigirlo el bien común es tomada por el derecho y
elevada a la categoría de ley. Tal sucede con el derecho administrativo. Pero
aun en este último supuesto, en la norma se puede distinguir un doble aspecto:
en cuanto jurídica, tiene por objeto realizar la justicia, y está revestida de
la fuerza de coactividad que el Estado le presta. En cuanto administrativa, se
considera su eficacia en la actuación social.
Resulta
curioso el hecho de que, siendo la coordinación elemento esencial en toda la sociedad,
la teoría administrativa se haya formado tan sólo a principios de este siglo;
la explicación es obvia por cuanto hace a la administración privada, ya que la
naturaleza, pequeña magnitud y escasa complejidad de los negocios e
instituciones privadas, requerían tan sólo de sentido común para su administración.
Pero
surge la interrogante: ¿por qué no apareció en la administración pública, donde
la magnitud de los problemas, no sólo iguala, sino aun supera las
características de la empresa privada? La respuesta es, a nuestro juicio, que
el Estado contaba con dos medios para lograr el eficaz cumplimiento de sus
normas: la coacción, y la eficacia administrativa de esas mismas normas: siendo
más fácil desde luego obtener la primera, descuidó de ordinario la segunda.
Por otra
parte, debe hacerse notar que la falta de máxima eficiencia en las dependencias
de un organismo público, no afectan de suyo su existencia: una dependencia cuya
función sea necesaria, no habrá de desaparecer por el hecho de que se estén
realizando sus actividades con mayor lentitud, con mayor costo y, dentro de
ciertos límites, con resultados de pobreza administrativa, en cambio, una
empresa que no dispone de fuerza coactiva alguna, y cuya existencia misma está
supeditada a poder ofrecer precios, calidad, servicios, etc., por lo menos
iguales a los de sus competidores, necesita mejorar su administración, como
requisito para subsistir: por eso, al crecer el número y la complejidad de las
empresas privadas, natural y necesariamente apareció la teoría administrativa.
Lo anterior no significa que no se hayan analizado ciertos principios en la
administración pública, como los de "la cadena de mando", "la
organización staff", etc.; pero todo ello no llegó, indiscutiblemente, a
integrar una auténtica y completa teoría de la Administración.
ADMINISTRACION
Y ECONOMIA
La
administración tiene como fin lograr la máxima eficiencia de las formas
sociales, esto es, obtener el máximo de resultados con el mínimo de esfuerzos o
recursos. Esta ley (llamada la ley de oro), tiene su más clara aplicación en la
economía, siendo en ella donde primero se formuló, y donde más exactamente se
aplica, por lo que se le conoce como la ley económica básica.
Ambas
aplican la misma ley (que por cierto es una ley de validez universal, usada,
aun en campos del arte: los preceptos del clasicismo: máximo de efecto
estético, con mínimo de recurso artístico), en tanto que la economía la aplica
a la producción, distribución y consumo de los bienes materiales, la administración
la emplea en lograr la máxima eficiencia de un organismo social, prescindiendo
de que éste pueda tener o no fines económicos. Así, se busca la máxima
eficiencia de un grupo deportivo, científico, literario, religioso, etc.
Aun en el
caso de la administración industrial, donde el fin es indiscutiblemente económico,
no debe confundirse al administrador con el economista: el administrador, como
tal, busca inmediatamente un fin de coordinar los elementos que emplea (cosas y
personas), y en tanto es buen administrador, en cuanto sabe coordinarlos, esto
es: estructurarlos y manejar los del modo más eficiente.
Pero este
fin inmediato, que es el propio de la administración, en ese tipo de sociedades
está subordinado a un fin económico, como es el de la empresa industrial, comercial
o bancaria, por lo que la misma administración queda fuertemente teñida de
Colorido económico, al grado de parecer que el fenómeno mismo administrativo se
confunde con el económico.
ADMINISTRACION E INGENIERIA INDUSTRIAL
Quizá la
relación de lo administrativo con el mundo en que se realizan los fines económicos,
se dé en forma más clara, y más frecuentemente que con la teoría económica, con
las actividades y técnicas productivas, esto es: con las técnicas de la
ingeniería aplicadas en la industria. Han surgido, así una o varias ramas
específicas de la ingeniería que suelen bautizarse con el nombre de "ingeniería
industrial".
En primer
lugar, se conoce con este nombre, y quizá mis frecuentemente con el de ingeniería
administrativa, la inclusión que se hace o debe hacerse en los programas de la
carrera de ingeniería, de ciertas materias propias de la administración, por el
hecha indeclinable de que, la casi totalidad de los graduados en ingeniería,
tienen que prestar sus servicios en una planta industrial, en la cual, al
actuar como jefes, necesitan conocer las modernas técnicas de administración,
en mayor o menor grado, según el nivel jerárquico en que se encuentren.
Más
propiamente se conoce con el nombre de ingeniería industrial a un conjunto de
técnicas administrativas, que se usan fundamentalmente para el mejoramiento de
los procedimientos, sistemas, métodos, etc. y que, aplicados en una planta
industrial, indiscutiblemente en estrecha colaboración con los aspectos
técnicos de maquinaria, equipo, etc., logran mejorar notablemente la
eficiencia. Así, ejemplo: los estudios de movimientos, los de tiempos, los de
control de calidad, etc.
ADMINISTRACION
Y MORAL
La teoría
de la administración da reglas que se refieren a la conducta humana en un sector
determinado de su actividad y con un fin específico: la estructuración y
operación de las formas sociales, para lograr la máxima eficacia posible en esa
operación. La moral dicta también reglas, las reglas supremas a que debe someterse
la actividad humana, no ya en relación con un fin próximo, sino en razón del
fin último al que toda acción del hombre es dirigida: el logro de la felicidad
perfecta, a la que todo hombre tiende espontánea e ineludiblemente.
La
relación se encuentra pues establecida, en que ambas son disciplinas de
carácter normativo. Pero mientras que las normas de la moral se refieren a toda
la conducta humana, y para un fin último, las de la administración tratan de un
sólo aspecto de esa conducta, y para un fin particular: la máxima eficiencia
que logre en un organismo social.
Subordinación
Se deduce de lo anterior que las normas de la Administración ,
como las de cualquier otra disciplina de carácter normativo, deben estar subordinadas
a la moral. Esta subordinación no es de carácter positivo, ya que ambas son
"autónomas", en el sentido de que se estructuran y operan bajo
principios propios y peculiares, sino negativo, esto es: entre los diversos
recursos administrativos que señalan lo que técnicamente "puede
hacerse", podrá darse el caso de que algunos "no deban ponerse",
porque, si bien serían de eficacia inmediata y aparente, contrariarían el fin
último a que el hombre tiende. Pero esta aparente contradicción no puede ser
total ni definitiva.
Teóricamente
hablando podría decirse que existen normas de eficiencia administrativa que
pugnen con la moral. En realidad, la contradicción no es real, porque la
eficacia de tales reglas sería sólo aparente y temporal. Las normas administrativas
inmorales son en el fondo antisociales, porque van contra la naturaleza del
hombre, y, por lo mismo, al fin y a la postre, resultan ineficaces y aun contraproducentes.
http://www.catedraderamiro.blogspot.com
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