Una vez
definida la planeación, necesitamos conocer el qué se va hacer. Cómo se va
hacer. En dónde se va a hacer y cuándo se va a hacer.
El hecho
de que algunos gerentes no reconozcan que hay diferentes tipos de planes a
menudo ha causado dificultades para hacer eficaz la planeación. Es fácil ver
que un programa principal, como el de construir y equipar una nueva empresa, es
un plan. Pero otros cursos de acción futura también son planes. Al tener
presente que un plan abarca cualquier curso de acción futura, puede verse que
los planes son variados. Aquí se les clasifica como:
·
Propósitos.
·
Objetivos.
·
Estrategias.
·
Políticas.
·
Procedimientos.
·
Reglas.
·
Programas.
·
Presupuestos guardando una jerarquía dentro de ellos mismos.
Propósitos:
Cada tipo
de operación organizada tiene propósitos. En todo sistema social, las empresas
tienen una función o tarea fundamental que la sociedad les asigna. El propósito
de una empresa generalmente es la producción y distribución de bienes y
servicios. En otras palabras, los propósitos son los fines esenciales o directrices
que definen la razón de ser, naturaleza y carácter, de cualquier grupo social.
Son las
aspiraciones fundamentales o finalidades de tipo cualitativo que persigue en forma
permanente una empresa y cualquier organización social. Los propósitos proporcionan
las pautas para el diseño de un plan estratégico. Se expresan genéricamente y
su determinación es una función reservada a los altos funcionarios de la
empresa; se establecen en forma paralela al inicio de la misma y no indican una
limitante de duración en el futuro.
La mayoría
de los propósitos tienden a existir durante todo el ciclo de vida de la
empresa, sin embargo, algunos pueden sufrir modificaciones o alteraciones
debido a los retos cambiantes que implica la operación de cualquier grupo
social. Toda organización debe establecer los propósitos como base para la
formulación de un plan.
De los propósitos parte de la acción inicial de un
organismo social; las siguientes cuatro características los diferencian de los
objetivos:
Son
básicos o trascendentales porque constituyen el fundamento de los demás elementos;
genéricos o cualitativos, porque no se expresan en términos numéricos;
permanentes, porque permanecen vigentes durante el periodo de vida de la
organización y por último semipermanentes, porque pueden abarcar un período determinado.
La
importancia de los propósitos es que sirven de cimiento para los demás elementos
de la planeación, así como para los demás tipos de planes, permiten orientar a
los responsables de la planeación, sobre el curso de acción que deben seguir al
formular los planes e identificar a la empresa ante el personal y la sociedad.
Objetivos:
Los
objetivos o metas son los fines hacia los cuales se dirige una actividad. Representan
no sólo el punto final de la planeación sino también el fin hacia el cual se
dirigen la organización, integración de personal, dirección y control. Aunque
los objetivos de la empresa constituyen su plan básico, un departamento también
puede tener sus propios objetivos de la empresa, pero los dos conjuntos de
metas pueden ser completamente diferentes.
Definición e importancia de los
objetivos:
Un
objetivo administrativo es la meta que se persigue, que determina un
ámbito y sugiere una dirección a los
esfuerzos de planeación de un gerente.
Esta
definición incluye cuatro conceptos:
·
meta
·
ámbito
·
carácter definitivo
·
dirección.
Desde el
punto de vista del gerente, la mira que va a perseguirse debe ser identificada
en términos claros y precisos. No se habrá de confundir una meta con el área
general de las actividades deseadas él hacerlo así pone el énfasis en los
medios, no en la mira. El ámbito de la meta que se persigue está incluido en la
declaración de los límites o restricciones prescritos que deberán observarse.
Así mismo,
un objetivo denota un carácter definitivo. Los propósitos declarados en términos
vagos o de doble significado tienen poco o ningún valor administrativo porque
están sujetos a varias interpretaciones y con frecuencia el resultado es
confusión y disturbio. Por último, la dirección está indicada por el objetivo.
Muestra
los resultados que se deben buscar y aparta estos resultados de los muchos objetivos
posibles que de otra forma podrían buscarse. Esta dirección proporciona los cimientos
para los planes estratégicos apropiados que deben formularse para alcanzar los
objetivos.
Los
objetivos inapropiados e inadecuados pueden retardar el éxito de la administración
y sofocar las operaciones en cualquier organización. Una sugerencia provechosa
para todo gerente es concentrarse periódicamente y reiterar los objetivos
buscados y luego determinar si la acción que en la actualidad se sigue está en
verdad contribuyendo al logro de esas metas.
Tal
práctica ayuda a minimizar las dificultades que tienen muchos miembros de la
administración y sus subordinados para saber cuáles son sus objetivos actuales,
identificándolos tanto para ellos como para sus asociados, poniéndolos al día,
y usándolos con eficacia en su trabajo administrativo.
Tipos de objetivos
En toda
organización hay muchos objetivos, pero algunos objetivos comunes a todas las
organizaciones incluyen los siguientes:
Proporcionar buenos productos y servicios.
Estar adelante de la competencia.
Crecer.
Aumentar las utilidades aumentando las ventas y/o
disminuyendo los costos.
Proporcionar bienestar y desarrollo a los empleados.
Mantener operaciones y estructura organizacional satisfactoria.
Ser un ciudadano empresarial socialmente responsable.
Desarrollar el comercio internacional.
Estas
categorías, a su vez, pueden sugerir áreas clave específicas para las cuales
son capaces de derivarse subobjetivos, evaluando el grado de su realización.
Existen ocho áreas que son vitales en el mantenimiento y progreso de liderazgo,
fuerza y habilidad competitiva.
Estas
áreas clave de resultados son:
- Rentabilidad,
- Posición en el mercado,
- Productividad,
- Liderazgo del producto,
- Desarrollo del personal,
- Actitudes de los empleados,
- Responsabilidad pública,
- Equilibrio entre los planes a
corto y a largo plazos.
Establecer
metas para cada una de estas áreas, llevarlas a cabo y evaluar los resultados
logrados son partes importantes de los esfuerzos administrativos de la
compañía.
Objetivos
a corto, mediano y largo plazo
Las metas
a corto plazo por lo general se extienden a un año o menos. La meta de la empresa
de alcanzar 20 millones de pesos de ventas brutas para el año, y un objetivo
personal de vender tres nuevos contratos en el mes de abril son ejemplos de
objetivos a corto plazo. Las metas a mediano plazo por lo general cubren períodos
de uno a cinco años, y los objetivos a largo plazo se extienden más allá de los
cinco años.
Clasificación
de las metas u objetivos:
· Las metas u objetivos primarios por lo general están
relacionadas con una compañía, no con un individuo. Proporcionar bienes y
servicios para el mercado realizando una utilidad es ejemplo de un objetivo
primario. Al proveer tales bienes y servicios, se les ofrece a los consumidores
lo que desean, y se pueden dar recompensas a los miembros participantes de la
compañía.
·
Los objetivos secundarios ayudan a realizar los objetivos
primarios e identifican las miras para los esfuerzos destinados a aumentar la
eficiencia y la economía en el desempeño del trabajo de los miembros organizacionales.
· Los objetivos individuales, como lo implica su nombre, son
los objetivos personales de los miembros individuales de una organización sobre
una base diaria, semanal, mensual o anual. Las necesidades que un individuo
intenta satisfacer trabajando en una organización en las relaciones entre el
incentivo de una organización y las contribuciones individuales son
interdependientes y bastante complejas
· Los objetivos sociales se refieren a las metas de una
organización para la sociedad. Se incluyen el compromiso de dar apoyo al
cumplimiento de requerimientos establecidos por la comunidad.
Estrategias
Una
estrategia es el arte de coordinar las acciones
y de maniobrar para alcanzar un objetivo. A través de ella se busca la determinación
de los objetivos básicos a largo plazo de una empresa y la adopción de cursos
de acción y asignación de recursos necesarios para lograr estas metas u
objetivos.
Así, una
compañía tiene que decidir en qué tipo de negocios va a estar. También tiene que decidir su meta de crecimiento
y la rentabilidad deseada. Una estrategia podría incluir políticas tan
importantes como las de vender directamente en vez de hacerlo mediante distribuidores.
Por lo
tanto, el propósito de las estrategias es determinar y transmitir, a través de
un sistema de objetivos y políticas básicas, una imagen acerca de qué tipo de
empresa se desea proyectar. Las estrategias no pretenden describir con
exactitud cómo ha de lograr la empresa sus objetivos, ya que ésta es h tarea de
incontables programas de apoyo mayores y menores. Pero las estrategias ofrecen
una estructura para orientar el pensamiento y la acción. Sin embargo, su
utilidad en la práctica y su importancia para orientar la planeación sí
justifican la separación de las estrategias como un tipo de plan con fines de
análisis.
Políticas
Las
políticas también son planes en el sentido de que constituyen declaraciones o
entendimientos generales que orientan o encauzan el pensamiento en la toma de
decisiones. No todas las políticas son declaraciones; a menudo tan sólo se deducen
de las acciones de los gerentes.
Por
ejemplo, el presidente de una compañía puede seguir estrictamente, tal vez por
conveniencia más que como política, la práctica de ascensos internos; la
práctica puede interpretarse entonces como política y los subordinados la
seguirán cuidadosamente. De hecho, uno de los problemas de los gerentes es
cerciorarse de que los subordinados no interpreten como política menor las
decisiones administrativas que no estén destinadas a servir de patrones.
Las
políticas definen un área dentro de la cual debe tomarse una decisión y asegurarse
de que la decisión sea congruente con un objetivo y contribuya a su cumplimiento.
Las políticas ayudan a decidir cuestiones antes de que se conviertan en
problemas, hacen innecesario analizar la misma situación cada vez que se presente
y unifican otros planes, con lo cual permiten a los gerentes delegar autoridad
y mantener aun así control sobre lo que hacen sus subordinados.
Como las
políticas son guías para la toma de decisiones, de ello se desprende que deben
permitir discreción, margen de libertad. De lo contrario serían reglas.
La
política es un medio para alentar la discreción y la iniciativa, pero dentro de
ciertos límites. El grado de libertad dependerá naturalmente de la política y
reflejará a su vez la posición y la autoridad en la organización. El presidente
de una compañía con una política de competencia agresiva de precios tiene un
área amplia de discreción e iniciativa para interpretar y aplicar esta
política.
Procedimientos
Los
procedimientos son planes que establecen un método obligatorio para manejar
actividades futuras. Son guías para la acción, más que para el pensamiento, y
describen la manera exacta en que deben realizarse ciertas actividades. Son
secuencias cronológicas de acciones requeridas.
Los
procedimientos se encuentran en cualquier parte de una organización. El consejo
de administración sigue muchos procedimientos muy diferentes a los del
supervisor; la cuenta de gastos del vicepresidente puede pasar por procedimientos
de aprobación muy diferentes a la del vendedor.
Los
procedimientos para ejecutar disposiciones de vacaciones y ausencias por enfermedad
pueden diferir considerablemente en diversos niveles de la organización.
Los
procedimientos representan el modo de ejecutar determinadas acciones que suelen
realizarse de la misma forma, con una serie común de pasos claramente definidos,
que permiten realizar una ocupación o trabajo correctamente.
Considérense
unos cuantos ejemplos de la relación entre procedimientos y políticas. La
política de la compañía puede otorgar vacaciones a los empleados; los
procedimientos establecidos para implantar esta política se ocuparán de programar
vacaciones y evitar desorden en el trabajo, establecer métodos y tarifas de pago
de vacaciones, mantenimiento de registros para asegurarle a cada empleado sus
vacaciones y descripción de los medios para aplicarlas.
Reglas
Las reglas
describen la acción o no acción requerida y específica, y no permiten discreción.
En general, constituyen el tipo más sencillo de plan.
La gente a
menudo confunde las reglas con las políticas o procedimientos. Las reglas se
diferencian de los procedimientos en que guían la acción sin especificar una
secuencia temporal. De hecho, un procedimiento podría considerarse como una serie
de reglas. Sin embargo, puede ser que una regla sea o no parte de un
procedimiento.
Por
ejemplo, "No fumar" es una regla que no está relacionada con ningún
procedimiento, pero un procedimiento que gobierna el manejo de pedidos puede
incorporar la regla de que todos los pedidos deben confirmarse el día en que se
reciban. Esta regla no permite ninguna desviación de un curso estipulado de
acción y tampoco interfiere con el resto del procedimiento para manejar pedidos.
Es
comparable con una regla de que todas las fracciones de peso de más de media
onza se cuenten como una onza completa o que la inspección de recepción debe
contar o pesar todos los materiales y compararlos con la orden de compra. La
esencia de la regla es que refleja una decisión administrativa de que cierta acción
debe emprenderse o no. Hay que cerciorarse de saber distinguir las reglas y las
políticas.
El
propósito de las políticas es guiar la toma de decisiones al definir áreas en
las cuales los gerentes puedan usar su discreción. Aunque las reglas también sirven
de guías, no permiten discreción en su aplicación. Muchas compañías y otras organizaciones
creen que tienen políticas cuando en realidad poseen reglas descritas.
El
resultado es confusión acerca de cuándo puede usar la gente su propio juicio,
si acaso eso es posible. Esto quizá sea peligroso. Las reglas y procedimientos,
por su misma naturaleza, están diseñadas para reprimir el pensamiento; debemos
usarlos sólo cuando no queramos que los empleados de una organización apliquen
su criterio personal.
Programas
Los
programas son un conjunto de metas, políticas, procedimientos, reglas, asignaciones
de tarea, pasos a seguir, recursos a emplear y otros elementos necesarios para
llevar a cabo un curso de acción; normalmente cuentan con el apoyo de presupuestos.
Pueden ser
tan grandes como el programa de una línea aérea para adquirir una flota de
aviones en 400 millones de Euros o el programa quinquenal que emprendió la Compañía Alianza
Económica hace varios años para mejorar el estatus y la calidad de sus empleados
o tal vez sean tan pequeños como un programa formulado por un solo supervisor para
mejorar la moral de los trabajadores en el departamento de fabricación de
partes de una compañía de maquinaria agrícola.
Presupuestos
Un
presupuesto es un estado de los resultados esperados, expresados en términos numéricos.
Se puede denominar programa con expresión numérica. De hecho, al presupuesto de
operación financiera se le denomina plan de utilidades.
Puede
expresarse en términos financieros o en términos de horas-hombre, unidades de
producto, horas-máquina o cualquier otro término numéricamente mensurable.
Puede referirse a operaciones, como en el presupuesto de gastos; puede reflejar
gastos de capital, como en él presupuesto de gastos de capital; o puede mostrar
flujo de efectivo, como en el presupuesto de efectivo.
Un
presupuesto es la previsión de gastos e ingresos para un determinado lapso, por
lo general un año. Permite a las empresas, y a las organizaciones sociales,
establecer prioridades y evaluar la consecución de sus objetivos.
Para
alcanzar estos fines puede ser necesario incurrir en déficit (que los gastos
superen a los ingresos) o, por el contrario, puede ser posible ahorrar, en cuyo
caso el presupuesto presentará un superávit (los ingresos superan a los
gastos).
Como los
presupuestos son también medios de control, el presupuesto es el instrumento
fundamental de planeación en muchas compañías. Un presupuesto obliga a una compañía
a hacer con antelación, ya sea para una semana o cinco años, una compilación
numérica del flujo de efectivo esperado, gastos e ingresos, gastos de capital o
utilización de horas-hombre o de horas-máquina. El presupuesto es necesario
para el control, pero no puede servir como un estándar sensible de control, a
no ser que refleje los planes.
Los
presupuestos varían mucho en exactitud, detalle y propósito. Algunos varían de
acuerdo con el nivel de producción de la organización; éstos se llaman
presupuestos variables o flexibles. Los organismos gubernamentales a menudo
desarrollan presupuestos por programa en los cuales la institución (y cada
departamento dentro de ella) identifica metas, prepara programas detallados
para alcanzar las metas y estima el costo de cada programa. Para planear un
buen presupuesto de programa, un gerente debe hacer una planeación muy
detallada y completa
.
TIEMPO Y PLANEACIÓN
La
planeación incluye el uso de políticas y procedimientos, puesto que éstos ayudan
a efectuar el trabajo que se pretende. Aunque en la planeación interviene en
muchas ocasiones la vida afectiva del individuo, es importante mantener en
equilibrio los diversos planes de una empresa.
El tiempo
es un integrante esencial de un plan. Determinar lo que debe hacerse implica
decidir cuándo y dentro de qué límites de tiempo deben efectuarse las
actividades. El curso completo de acción puede determinarse por la necesidad de
llevar a cabo un trabajo en un plazo definido.
La gestión
del tiempo nos ayuda a saber si nuestra planificación diaria es efectiva, si
cada uno de nuestros planes se refleja de manera eficaz en nuestro desempeño,
visto que cada uno de nosotros, como individuo dentro de una organización,
tenemos ideas y pensamientos distintos a los demás, por lo que la gestión del
tiempo nos permite evaluar si nuestra relación con el reloj es buena, si nos
permite reaccionar frente a nuestras obligaciones no siendo sólo las laborales,
pues debemos entender que nuestros compromisos no sólo son con la empresa o la
oficina, sino que debemos responder además a nuestra familia y cuidar sobre
todo nuestra salud física y mental.
La gestión
del tiempo en sí, es simplemente un proceso de planeación, el cual nos permite
desarrollar con prontitud nuestras encomiendas, por ello debemos entender que
podemos ahorrar mucho de nuestro valioso tiempo planificando, realizando nuestros
planes de trabajo, los cuales sabemos pueden ser semanales, mensuales,
semestrales o anuales, dependiendo del requerimiento y cumplimiento de nuestros
objetivos.
Al hablar
de tiempo en la planeación, tampoco debemos olvidar que ésta se divide en a
corto, mediano y largo plazo. La diferencia entre ellas es la siguiente:
·
La planeación a corto plazo generalmente es de un año.
·
La planeación a mediano plazo es de uno a tres años.
·
La planeación a largo plazo es de más de tres años.
La
planeación efectiva a largo plazo no es un trabajo fácil. El desafío está en
lograr una relación factible entre el producto y el plan de mercadeo, y en expresarlo
en términos económicos, de tal manera que las decisiones puedan ser hechas con
una visión hacia el futuro, satisfaciendo los objetivos financieros.
Normalmente, en el proceso de planeación, los objetivos financieros deben
transmitirse de arriba hacia abajo.
En este proceso podemos distinguir los
siguientes pasos fundamentales:
La
compañía debe definir sus metas y sus objetivos básicos, debe existir un
análisis detallado de los puntos fuertes y las debilidades de la empresa, debe
existir, asimismo, un análisis detallado de los puntos fuertes y las
debilidades de la competencia, el medio ambiente en el que trabaja la compañía
debe ser analizado; es importante, también, considerar a la población, la
situación política, el potencial económico, la mano de obra, etc.
El plan
debe ser lo bastante extenso como para cubrir todas las fases de la actividad
de la empresa e interrelacionarlas entre sí. El plan debe ser desarrollado
hasta el detalle mínimo, para que sirva como patrón de muestra en la toma de
decisiones en todas las áreas directivas, y por ultimo deben tomarse medidas
para permitir revisiones periódicas del plan y ponerlo al día según la
situación de la empresa frente a cambios y fluctuaciones económicas.
Como se
ve, la planeación es un proceso continuo consistente en muchos pasos individuales
que conducen a decisiones saber: que hacer, cuándo, quién lo hará y la mejor
forma de hacerlo. Este proceso debe ser dinámico y de acuerdo con el funcionamiento
de la compañía y los cambios externos, de tal forma que los planes y decisiones
se mantengan constantemente actualizados.
La planeación en la administración
del tiempo determina los siguientes principios:
Planee,
planee, planee. Diariamente y bajo las más mínimas circunstancias de nuestra
vida diaria lo hacemos; muchas veces damos por sentado lo que tenemos que hacer,
pero no nos detenemos a pensar en qué orden la vamos a realizar, la planeación
y el tiempo que le dedicaremos. Se trata de organizar mejor nuestra agenda,
pero debemos ser realistas y sinceros con nosotros mismos, pues tendremos que
ser capaces de poderla cumplir, no basta con pensar que sí podemos cuando
llevarla a cabo tal vez requiera de más tiempo del que podríamos dedicarle.
Comprométase.
Si va a tener algún invitado, si tiene algún pendiente o sencillamente planea
terminar una tarea en un día determinado, no desperdicie su atención o tiempo
en otras actividades que surjan en el momento a no ser que sean más
importantes, si piensa dedicar un par de horas para terminar ese reporte
mensual o ponerse al tanto de sus actividades, entonces hágalo, comprométase
con usted mismo y que no le roben esas horas.
No prometa
más de lo que piense cumplir. En muchas ocasiones podemos decir, venga el fin
de semana o tal día lo espero, recordemos que todas las fechas llegan, y a
veces no nos detenemos un momento a ver nuestra agenda o recordar nuestros
compromisos. Más valdría decir con sinceridad que no puede atender a alguien en
ese momento, debido a su carga de trabajo y sus planes o de lo contrario, se
saturará de trabajo o recortará el tiempo que piense dedicar a otras
actividades.
Tómese
unos momentos y decida a dónde quiere llegar. Recuerde que entre más planifique,
mejor podrá organizar su tiempo, de esta manera logrará saber con mayor
precisión sus verdaderos avances y las actividades que mejor le convengan para
la realización de sus objetivos, recuerde dar prioridad a lo importante sobre
lo urgente y si decide hacerlo convénzase de qué es lo mejor para usted y su
trabajo, no olvide que su tiempo también vale y mucho, pero el de los demás
también es muy importante, si es posible haga una lista de prioridades y en la
medida de lo posible apéguese a ella.
Divide y
vencerá. Si tiene entre sus manos un gran proyecto o repentinamente cae ante
usted una gran responsabilidad, recuerde que usted es uno solo y no puede
cargar al mundo, pero si divide su trabajo en partes pequeñas o de manera que
pueda manejar una a la vez, podrá lograr sus objetivos. Recuerde que el que
mucho abarca, poco aprieta, establezca tiempos y horarios para esas actividades
y recuerde: planee, comprométase y cumpla.
No tenga
miedo en delegar. Si le pueden ayudar aproveche, esto no quiere decir que delegue
el 90% de sus deberes. Debemos saber cuales son las tareas que ocuparán mayor
atención. Muchas veces podríamos encontrar nuevas formas de realizar un mismo
trabajo, mejorar e innovar suelen ser palabras que pocas veces vemos cuando se
esta saturado de trabajo, sea usted quien cambie ese pensamiento.
Diga no de
vez en cuando. Recuerde que usted tiene una carga de trabajo, el decir sí a
todo, aumentará más y más lo que tenga que hacer, mantenga un equilibrio entre
sus actividades y su tiempo. También es importante decirse “no” de vez en
cuando a usted mismo.
Acabe con
lo que comience y concéntrese. Dejar a medias una actividad para comenzar con
otra por que la marquen de urgente, hará que desvíe su atención y pierda el
hilo de lo que estaba haciendo, recuerde que tal vez lo que estaba haciendo en
ese momento pueda ser importante para alguien más y si le resta atención a ese
trabajo tal vez no tenga la misma calidad que hubiese tenido si aplica toda su
atención.
No deje
para mañana lo que puede hacer hoy. Si su tiempo lo permite adelante trabajos
antes de que se los pidan, tal vez no se lo agradezcan, pero usted lo sentirá
cuando tenga más tiempo libre, aplíquese en sus actividades en vez de divagar o
revisar si tiene nuevos mails.
TIPOLOGÍA DE LA PLANEACIÓN
Con el fin
de comprender mejor el proceso de la planeación, así como de clarificar y ubicar
algunos conceptos acerca del mismo, se estudiará la clasificación de la
planeación, y su terminología.
Requisito
previo para entender la tipología de la planeación, es estudiar el concepto del
plan y su clasificación en cuanto al tiempo.
Los planes
son el resultado del proceso de la planeación y pueden definirse como diseños o
esquemas detallados de lo que habrá de hacerse en el futuro, y las especificaciones
necesarias para realizarlos.
Los planes
en cuanto al período establecido para su realización, se pueden clasificar en:
Corto
Plazo: Cuando se determinan para realizarse en un término menor o igual a un
año.
Mediano
Plazo: Su delimitación es por un periodo de uno a tres años.
Largo
Plazo: Son aquellos que se proyectan a un tiempo mayor de tres años.
Los planes
en cuanto a la integralidad y a la totalidad se clasifican en:
Estratégicos:
Establecen los lineamientos generales de la planeación, sirviendo de base a los
demás planes, tácticos y operativos. Son diseñados por los miembros de mayor
jerarquía de la empresa y su función consiste en regir la obtención, uso y
disposición, de los medios necesarios para alcanzar los objetivos generales de
la organización. Es a largo plazo y comprende toda la empresa.
Tácticos o
Funcionales: Determinan planes más específicos, que se refieren a cada uno de
los departamentos de la empresa y que se subordinan a los planes estratégicos. Son
establecidos y coordinados por los directivos de nivel medio, gerentes
funcionales, con el fin de poner en práctica los recursos de la empresa. Los
planes tácticos, por su establecimiento y su ejecución, se dan a mediano y
corto plazo, y abarcan un área de actividad específica.
Operativos:
Se rigen de acuerdo a los lineamientos establecidos por la planeación táctica,
y su función consiste en la formulación y asignación de actividades más
detalladas que deben ejecutar los últimos niveles jerárquicos de la empresa.
Por lo general, determina las actividades que debe desarrollar el elemento
humano. Los planes operativos son a corto plazo y se refieren a cada una de las
unidades funcionales de la organización.
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