martes, 29 de enero de 2013

T6B COMPONENTES DE LA PLANEACIÓN


Una vez definida la planeación, necesitamos conocer el qué se va hacer. Cómo se va hacer. En dónde se va a hacer y cuándo se va a hacer.

El hecho de que algunos gerentes no reconozcan que hay diferentes tipos de planes a menudo ha causado dificultades para hacer eficaz la planeación. Es fácil ver que un programa principal, como el de construir y equipar una nueva empresa, es un plan. Pero otros cursos de acción futura también son planes. Al tener presente que un plan abarca cualquier curso de acción futura, puede verse que los planes son variados. Aquí se les clasifica como:

·        Propósitos.
·        Objetivos.
·        Estrategias.
·        Políticas.
·        Procedimientos.
·        Reglas.
·        Programas.
·        Presupuestos guardando una jerarquía dentro de ellos mismos.

Propósitos:

Cada tipo de operación organizada tiene propósitos. En todo sistema social, las empresas tienen una función o tarea fundamental que la sociedad les asigna. El propósito de una empresa generalmente es la producción y distribución de bienes y servicios. En otras palabras, los propósitos son los fines esenciales o directrices que definen la razón de ser, naturaleza y carácter, de cualquier grupo social.

Son las aspiraciones fundamentales o finalidades de tipo cualitativo que persigue en forma permanente una empresa y cualquier organización social. Los propósitos proporcionan las pautas para el diseño de un plan estratégico. Se expresan genéricamente y su determinación es una función reservada a los altos funcionarios de la empresa; se establecen en forma paralela al inicio de la misma y no indican una limitante de duración en el futuro.

La mayoría de los propósitos tienden a existir durante todo el ciclo de vida de la empresa, sin embargo, algunos pueden sufrir modificaciones o alteraciones debido a los retos cambiantes que implica la operación de cualquier grupo social. Toda organización debe establecer los propósitos como base para la formulación de un plan. 

De los propósitos parte de la acción inicial de un organismo social; las siguientes cuatro características los diferencian de los objetivos:

Son básicos o trascendentales porque constituyen el fundamento de los demás elementos; genéricos o cualitativos, porque no se expresan en términos numéricos; permanentes, porque permanecen vigentes durante el periodo de vida de la organización y por último semipermanentes, porque pueden abarcar un período determinado.
La importancia de los propósitos es que sirven de cimiento para los demás elementos de la planeación, así como para los demás tipos de planes, permiten orientar a los responsables de la planeación, sobre el curso de acción que deben seguir al formular los planes e identificar a la empresa ante el personal y la sociedad.

Objetivos:

Los objetivos o metas son los fines hacia los cuales se dirige una actividad. Representan no sólo el punto final de la planeación sino también el fin hacia el cual se dirigen la organización, integración de personal, dirección y control. Aunque los objetivos de la empresa constituyen su plan básico, un departamento también puede tener sus propios objetivos de la empresa, pero los dos conjuntos de metas pueden ser completamente diferentes.

Definición e importancia de los objetivos:

Un objetivo administrativo es la meta que se persigue, que determina un ámbito  y sugiere una dirección a los esfuerzos de planeación de un gerente.

Esta definición incluye cuatro conceptos:

·        meta
·        ámbito
·        carácter definitivo  
·        dirección.

Desde el punto de vista del gerente, la mira que va a perseguirse debe ser identificada en términos claros y precisos. No se habrá de confundir una meta con el área general de las actividades deseadas él hacerlo así pone el énfasis en los medios, no en la mira. El ámbito de la meta que se persigue está incluido en la declaración de los límites o restricciones prescritos que deberán observarse.

Así mismo, un objetivo denota un carácter definitivo. Los propósitos declarados en términos vagos o de doble significado tienen poco o ningún valor administrativo porque están sujetos a varias interpretaciones y con frecuencia el resultado es confusión y disturbio. Por último, la dirección está indicada por el objetivo.

Muestra los resultados que se deben buscar y aparta estos resultados de los muchos objetivos posibles que de otra forma podrían buscarse. Esta dirección proporciona los cimientos para los planes estratégicos apropiados que deben formularse para alcanzar los objetivos.

Los objetivos inapropiados e inadecuados pueden retardar el éxito de la administración y sofocar las operaciones en cualquier organización. Una sugerencia provechosa para todo gerente es concentrarse periódicamente y reiterar los objetivos buscados y luego determinar si la acción que en la actualidad se sigue está en verdad contribuyendo al logro de esas metas.

Tal práctica ayuda a minimizar las dificultades que tienen muchos miembros de la administración y sus subordinados para saber cuáles son sus objetivos actuales, identificándolos tanto para ellos como para sus asociados, poniéndolos al día, y usándolos con eficacia en su trabajo administrativo.

Tipos de objetivos

En toda organización hay muchos objetivos, pero algunos objetivos comunes a todas las organizaciones incluyen los siguientes:

Proporcionar buenos productos y servicios.
Estar adelante de la competencia.
Crecer.
Aumentar las utilidades aumentando las ventas y/o disminuyendo los costos.
Proporcionar bienestar y desarrollo a los empleados.
Mantener operaciones y estructura organizacional satisfactoria.
Ser un ciudadano empresarial socialmente responsable.
Desarrollar el comercio internacional.

Estas categorías, a su vez, pueden sugerir áreas clave específicas para las cuales son capaces de derivarse subobjetivos, evaluando el grado de su realización. Existen ocho áreas que son vitales en el mantenimiento y progreso de liderazgo, fuerza y habilidad competitiva.

Estas áreas clave de resultados son:
  • Rentabilidad,
  • Posición en el mercado,
  • Productividad,
  • Liderazgo del producto,
  • Desarrollo del personal,
  • Actitudes de los empleados,
  • Responsabilidad pública,
  • Equilibrio entre los planes a corto y a largo plazos.
Establecer metas para cada una de estas áreas, llevarlas a cabo y evaluar los resultados logrados son partes importantes de los esfuerzos administrativos de la compañía.

Objetivos a corto, mediano y largo plazo

Las metas a corto plazo por lo general se extienden a un año o menos. La meta de la empresa de alcanzar 20 millones de pesos de ventas brutas para el año, y un objetivo personal de vender tres nuevos contratos en el mes de abril son ejemplos de objetivos a corto plazo. Las metas a mediano plazo por lo general cubren períodos de uno a cinco años, y los objetivos a largo plazo se extienden más allá de los cinco años.
 
Clasificación de las metas u objetivos:

·     Las metas u objetivos primarios por lo general están relacionadas con una compañía, no con un individuo. Proporcionar bienes y servicios para el mercado realizando una utilidad es ejemplo de un objetivo primario. Al proveer tales bienes y servicios, se les ofrece a los consumidores lo que desean, y se pueden dar recompensas a los miembros participantes de la compañía.
·        Los objetivos secundarios ayudan a realizar los objetivos primarios e identifican las miras para los esfuerzos destinados a aumentar la eficiencia y la economía en el desempeño del trabajo de los miembros organizacionales.
·    Los objetivos individuales, como lo implica su nombre, son los objetivos personales de los miembros individuales de una organización sobre una base diaria, semanal, mensual o anual. Las necesidades que un individuo intenta satisfacer trabajando en una organización en las relaciones entre el incentivo de una organización y las contribuciones individuales son interdependientes y bastante complejas
·       Los objetivos sociales se refieren a las metas de una organización para la sociedad. Se incluyen el compromiso de dar apoyo al cumplimiento de requerimientos establecidos por la comunidad.

Estrategias

Una estrategia es el arte de coordinar las acciones  y de maniobrar para alcanzar un objetivo. A través de ella se busca la determinación de los objetivos básicos a largo plazo de una empresa y la adopción de cursos de acción y asignación de recursos necesarios para lograr estas metas u objetivos.

Así, una compañía tiene que decidir en qué tipo de negocios va a estar.  También tiene que decidir su meta de crecimiento y la rentabilidad deseada. Una estrategia podría incluir políticas tan importantes como las de vender directamente en vez de hacerlo mediante distribuidores.

Por lo tanto, el propósito de las estrategias es determinar y transmitir, a través de un sistema de objetivos y políticas básicas, una imagen acerca de qué tipo de empresa se desea proyectar. Las estrategias no pretenden describir con exactitud cómo ha de lograr la empresa sus objetivos, ya que ésta es h tarea de incontables programas de apoyo mayores y menores. Pero las estrategias ofrecen una estructura para orientar el pensamiento y la acción. Sin embargo, su utilidad en la práctica y su importancia para orientar la planeación sí justifican la separación de las estrategias como un tipo de plan con fines de análisis.

Políticas

Las políticas también son planes en el sentido de que constituyen declaraciones o entendimientos generales que orientan o encauzan el pensamiento en la toma de decisiones. No todas las políticas son declaraciones; a menudo tan sólo se deducen de las acciones de los gerentes.

Por ejemplo, el presidente de una compañía puede seguir estrictamente, tal vez por conveniencia más que como política, la práctica de ascensos internos; la práctica puede interpretarse entonces como política y los subordinados la seguirán cuidadosamente. De hecho, uno de los problemas de los gerentes es cerciorarse de que los subordinados no interpreten como política menor las decisiones administrativas que no estén destinadas a servir de patrones.

Las políticas definen un área dentro de la cual debe tomarse una decisión y asegurarse de que la decisión sea congruente con un objetivo y contribuya a su cumplimiento. Las políticas ayudan a decidir cuestiones antes de que se conviertan en problemas, hacen innecesario analizar la misma situación cada vez que se presente y unifican otros planes, con lo cual permiten a los gerentes delegar autoridad y mantener aun así control sobre lo que hacen sus subordinados.

Como las políticas son guías para la toma de decisiones, de ello se desprende que deben permitir discreción, margen de libertad. De lo contrario serían reglas.

La política es un medio para alentar la discreción y la iniciativa, pero dentro de ciertos límites. El grado de libertad dependerá naturalmente de la política y reflejará a su vez la posición y la autoridad en la organización. El presidente de una compañía con una política de competencia agresiva de precios tiene un área amplia de discreción e iniciativa para interpretar y aplicar esta política.

Procedimientos

Los procedimientos son planes que establecen un método obligatorio para manejar actividades futuras. Son guías para la acción, más que para el pensamiento, y describen la manera exacta en que deben realizarse ciertas actividades. Son secuencias cronológicas de acciones requeridas.

Los procedimientos se encuentran en cualquier parte de una organización. El consejo de administración sigue muchos procedimientos muy diferentes a los del supervisor; la cuenta de gastos del vicepresidente puede pasar por procedimientos de aprobación muy diferentes a la del vendedor.
Los procedimientos para ejecutar disposiciones de vacaciones y ausencias por enfermedad pueden diferir considerablemente en diversos niveles de la organización. 

Los procedimientos representan el modo de ejecutar determinadas acciones que suelen realizarse de la misma forma, con una serie común de pasos claramente definidos, que permiten realizar una ocupación o trabajo correctamente.

Considérense unos cuantos ejemplos de la relación entre procedimientos y políticas. La política de la compañía puede otorgar vacaciones a los empleados; los procedimientos establecidos para implantar esta política se ocuparán de programar vacaciones y evitar desorden en el trabajo, establecer métodos y tarifas de pago de vacaciones, mantenimiento de registros para asegurarle a cada empleado sus vacaciones y descripción de los medios para aplicarlas.

Reglas

Las reglas describen la acción o no acción requerida y específica, y no permiten discreción. En general, constituyen el tipo más sencillo de plan.

La gente a menudo confunde las reglas con las políticas o procedimientos. Las reglas se diferencian de los procedimientos en que guían la acción sin especificar una secuencia temporal. De hecho, un procedimiento podría considerarse como una serie de reglas. Sin embargo, puede ser que una regla sea o no parte de un procedimiento.

Por ejemplo, "No fumar" es una regla que no está relacionada con ningún procedimiento, pero un procedimiento que gobierna el manejo de pedidos puede incorporar la regla de que todos los pedidos deben confirmarse el día en que se reciban. Esta regla no permite ninguna desviación de un curso estipulado de acción y tampoco interfiere con el resto del procedimiento para manejar pedidos.

Es comparable con una regla de que todas las fracciones de peso de más de media onza se cuenten como una onza completa o que la inspección de recepción debe contar o pesar todos los materiales y compararlos con la orden de compra. La esencia de la regla es que refleja una decisión administrativa de que cierta acción debe emprenderse o no. Hay que cerciorarse de saber distinguir las reglas y las políticas.

El propósito de las políticas es guiar la toma de decisiones al definir áreas en las cuales los gerentes puedan usar su discreción. Aunque las reglas también sirven de guías, no permiten discreción en su aplicación. Muchas compañías y otras organizaciones creen que tienen políticas cuando en realidad poseen reglas descritas.

El resultado es confusión acerca de cuándo puede usar la gente su propio juicio, si acaso eso es posible. Esto quizá sea peligroso. Las reglas y procedimientos, por su misma naturaleza, están diseñadas para reprimir el pensamiento; debemos usarlos sólo cuando no queramos que los empleados de una organización apliquen su criterio personal.

Programas

Los programas son un conjunto de metas, políticas, procedimientos, reglas, asignaciones de tarea, pasos a seguir, recursos a emplear y otros elementos necesarios para llevar a cabo un curso de acción; normalmente cuentan con el apoyo de presupuestos.

Pueden ser tan grandes como el programa de una línea aérea para adquirir una flota de aviones en 400 millones de Euros o el programa quinquenal que emprendió la Compañía Alianza Económica hace varios años para mejorar el estatus y la calidad de sus empleados o tal vez sean tan pequeños como un programa formulado por un solo supervisor para mejorar la moral de los trabajadores en el departamento de fabricación de partes de una compañía de maquinaria agrícola.

Presupuestos

Un presupuesto es un estado de los resultados esperados, expresados en términos numéricos. Se puede denominar programa con expresión numérica. De hecho, al presupuesto de operación financiera se le denomina plan de utilidades.

Puede expresarse en términos financieros o en términos de horas-hombre, unidades de producto, horas-máquina o cualquier otro término numéricamente mensurable. Puede referirse a operaciones, como en el presupuesto de gastos; puede reflejar gastos de capital, como en él presupuesto de gastos de capital; o puede mostrar flujo de efectivo, como en el presupuesto de efectivo.

Un presupuesto es la previsión de gastos e ingresos para un determinado lapso, por lo general un año. Permite a las empresas, y a las organizaciones sociales, establecer prioridades y evaluar la consecución de sus objetivos.

Para alcanzar estos fines puede ser necesario incurrir en déficit (que los gastos superen a los ingresos) o, por el contrario, puede ser posible ahorrar, en cuyo caso el presupuesto presentará un superávit (los ingresos superan a los gastos).

Como los presupuestos son también medios de control, el presupuesto es el instrumento fundamental de planeación en muchas compañías. Un presupuesto obliga a una compañía a hacer con antelación, ya sea para una semana o cinco años, una compilación numérica del flujo de efectivo esperado, gastos e ingresos, gastos de capital o utilización de horas-hombre o de horas-máquina. El presupuesto es necesario para el control, pero no puede servir como un estándar sensible de control, a no ser que refleje los planes.
Los presupuestos varían mucho en exactitud, detalle y propósito. Algunos varían de acuerdo con el nivel de producción de la organización; éstos se llaman presupuestos variables o flexibles. Los organismos gubernamentales a menudo desarrollan presupuestos por programa en los cuales la institución (y cada departamento dentro de ella) identifica metas, prepara programas detallados para alcanzar las metas y estima el costo de cada programa. Para planear un buen presupuesto de programa, un gerente debe hacer una planeación muy detallada y completa
.
TIEMPO Y PLANEACIÓN

La planeación incluye el uso de políticas y procedimientos, puesto que éstos ayudan a efectuar el trabajo que se pretende. Aunque en la planeación interviene en muchas ocasiones la vida afectiva del individuo, es importante mantener en equilibrio los diversos planes de una empresa.

El tiempo es un integrante esencial de un plan. Determinar lo que debe hacerse implica decidir cuándo y dentro de qué límites de tiempo deben efectuarse las actividades. El curso completo de acción puede determinarse por la necesidad de llevar a cabo un trabajo en un plazo definido.

La gestión del tiempo nos ayuda a saber si nuestra planificación diaria es efectiva, si cada uno de nuestros planes se refleja de manera eficaz en nuestro desempeño, visto que cada uno de nosotros, como individuo dentro de una organización, tenemos ideas y pensamientos distintos a los demás, por lo que la gestión del tiempo nos permite evaluar si nuestra relación con el reloj es buena, si nos permite reaccionar frente a nuestras obligaciones no siendo sólo las laborales, pues debemos entender que nuestros compromisos no sólo son con la empresa o la oficina, sino que debemos responder además a nuestra familia y cuidar sobre todo nuestra salud física y mental.

La gestión del tiempo en sí, es simplemente un proceso de planeación, el cual nos permite desarrollar con prontitud nuestras encomiendas, por ello debemos entender que podemos ahorrar mucho de nuestro valioso tiempo planificando, realizando nuestros planes de trabajo, los cuales sabemos pueden ser semanales, mensuales, semestrales o anuales, dependiendo del requerimiento y cumplimiento de nuestros objetivos.

Al hablar de tiempo en la planeación, tampoco debemos olvidar que ésta se divide en a corto, mediano y largo plazo. La diferencia entre ellas es la siguiente:

·        La planeación a corto plazo generalmente es de un año.
·        La planeación a mediano plazo es de uno a tres años.
·        La planeación a largo plazo es de más de tres años.

La planeación efectiva a largo plazo no es un trabajo fácil. El desafío está en lograr una relación factible entre el producto y el plan de mercadeo, y en expresarlo en términos económicos, de tal manera que las decisiones puedan ser hechas con una visión hacia el futuro, satisfaciendo los objetivos financieros. Normalmente, en el proceso de planeación, los objetivos financieros deben transmitirse de arriba hacia abajo. 

En este proceso podemos distinguir los siguientes pasos fundamentales:

La compañía debe definir sus metas y sus objetivos básicos, debe existir un análisis detallado de los puntos fuertes y las debilidades de la empresa, debe existir, asimismo, un análisis detallado de los puntos fuertes y las debilidades de la competencia, el medio ambiente en el que trabaja la compañía debe ser analizado; es importante, también, considerar a la población, la situación política, el potencial económico, la mano de obra, etc.

El plan debe ser lo bastante extenso como para cubrir todas las fases de la actividad de la empresa e interrelacionarlas entre sí. El plan debe ser desarrollado hasta el detalle mínimo, para que sirva como patrón de muestra en la toma de decisiones en todas las áreas directivas, y por ultimo deben tomarse medidas para permitir revisiones periódicas del plan y ponerlo al día según la situación de la empresa frente a cambios y fluctuaciones económicas.

Como se ve, la planeación es un proceso continuo consistente en muchos pasos individuales que conducen a decisiones saber: que hacer, cuándo, quién lo hará y la mejor forma de hacerlo. Este proceso debe ser dinámico y de acuerdo con el funcionamiento de la compañía y los cambios externos, de tal forma que los planes y decisiones se mantengan constantemente actualizados.

La planeación en la administración del tiempo determina los siguientes principios:

Planee, planee, planee. Diariamente y bajo las más mínimas circunstancias de nuestra vida diaria lo hacemos; muchas veces damos por sentado lo que tenemos que hacer, pero no nos detenemos a pensar en qué orden la vamos a realizar, la planeación y el tiempo que le dedicaremos. Se trata de organizar mejor nuestra agenda, pero debemos ser realistas y sinceros con nosotros mismos, pues tendremos que ser capaces de poderla cumplir, no basta con pensar que sí podemos cuando llevarla a cabo tal vez requiera de más tiempo del que podríamos dedicarle.

Comprométase. Si va a tener algún invitado, si tiene algún pendiente o sencillamente planea terminar una tarea en un día determinado, no desperdicie su atención o tiempo en otras actividades que surjan en el momento a no ser que sean más importantes, si piensa dedicar un par de horas para terminar ese reporte mensual o ponerse al tanto de sus actividades, entonces hágalo, comprométase con usted mismo y que no le roben esas horas.

No prometa más de lo que piense cumplir. En muchas ocasiones podemos decir, venga el fin de semana o tal día lo espero, recordemos que todas las fechas llegan, y a veces no nos detenemos un momento a ver nuestra agenda o recordar nuestros compromisos. Más valdría decir con sinceridad que no puede atender a alguien en ese momento, debido a su carga de trabajo y sus planes o de lo contrario, se saturará de trabajo o recortará el tiempo que piense dedicar a otras actividades.

Tómese unos momentos y decida a dónde quiere llegar. Recuerde que entre más planifique, mejor podrá organizar su tiempo, de esta manera logrará saber con mayor precisión sus verdaderos avances y las actividades que mejor le convengan para la realización de sus objetivos, recuerde dar prioridad a lo importante sobre lo urgente y si decide hacerlo convénzase de qué es lo mejor para usted y su trabajo, no olvide que su tiempo también vale y mucho, pero el de los demás también es muy importante, si es posible haga una lista de prioridades y en la medida de lo posible apéguese a ella.

Divide y vencerá. Si tiene entre sus manos un gran proyecto o repentinamente cae ante usted una gran responsabilidad, recuerde que usted es uno solo y no puede cargar al mundo, pero si divide su trabajo en partes pequeñas o de manera que pueda manejar una a la vez, podrá lograr sus objetivos. Recuerde que el que mucho abarca, poco aprieta, establezca tiempos y horarios para esas actividades y recuerde: planee, comprométase y cumpla.

No tenga miedo en delegar. Si le pueden ayudar aproveche, esto no quiere decir que delegue el 90% de sus deberes. Debemos saber cuales son las tareas que ocuparán mayor atención. Muchas veces podríamos encontrar nuevas formas de realizar un mismo trabajo, mejorar e innovar suelen ser palabras que pocas veces vemos cuando se esta saturado de trabajo, sea usted quien cambie ese pensamiento.

Diga no de vez en cuando. Recuerde que usted tiene una carga de trabajo, el decir sí a todo, aumentará más y más lo que tenga que hacer, mantenga un equilibrio entre sus actividades y su tiempo. También es importante decirse “no” de vez en cuando a usted mismo.

Acabe con lo que comience y concéntrese. Dejar a medias una actividad para comenzar con otra por que la marquen de urgente, hará que desvíe su atención y pierda el hilo de lo que estaba haciendo, recuerde que tal vez lo que estaba haciendo en ese momento pueda ser importante para alguien más y si le resta atención a ese trabajo tal vez no tenga la misma calidad que hubiese tenido si aplica toda su atención.

No deje para mañana lo que puede hacer hoy. Si su tiempo lo permite adelante trabajos antes de que se los pidan, tal vez no se lo agradezcan, pero usted lo sentirá cuando tenga más tiempo libre, aplíquese en sus actividades en vez de divagar o revisar si tiene nuevos mails.

TIPOLOGÍA DE LA PLANEACIÓN

Con el fin de comprender mejor el proceso de la planeación, así como de clarificar y ubicar algunos conceptos acerca del mismo, se estudiará la clasificación de la planeación, y su terminología.
Requisito previo para entender la tipología de la planeación, es estudiar el concepto del plan y su clasificación en cuanto al tiempo.

Los planes son el resultado del proceso de la planeación y pueden definirse como diseños o esquemas detallados de lo que habrá de hacerse en el futuro, y las especificaciones necesarias para realizarlos.

Los planes en cuanto al período establecido para su realización, se pueden clasificar en:

Corto Plazo: Cuando se determinan para realizarse en un término menor o igual a un año.
Mediano Plazo: Su delimitación es por un periodo de uno a tres años.
Largo Plazo: Son aquellos que se proyectan a un tiempo mayor de tres años.

Los planes en cuanto a la integralidad y a la totalidad se clasifican en:

Estratégicos: Establecen los lineamientos generales de la planeación, sirviendo de base a los demás planes, tácticos y operativos. Son diseñados por los miembros de mayor jerarquía de la empresa y su función consiste en regir la obtención, uso y disposición, de los medios necesarios para alcanzar los objetivos generales de la organización. Es a largo plazo y comprende toda la empresa.

Tácticos o Funcionales: Determinan planes más específicos, que se refieren a cada uno de los departamentos de la empresa y que se subordinan a los planes estratégicos. Son establecidos y coordinados por los directivos de nivel medio, gerentes funcionales, con el fin de poner en práctica los recursos de la empresa. Los planes tácticos, por su establecimiento y su ejecución, se dan a mediano y corto plazo, y abarcan un área de actividad específica.

Operativos: Se rigen de acuerdo a los lineamientos establecidos por la planeación táctica, y su función consiste en la formulación y asignación de actividades más detalladas que deben ejecutar los últimos niveles jerárquicos de la empresa. Por lo general, determina las actividades que debe desarrollar el elemento humano. Los planes operativos son a corto plazo y se refieren a cada una de las unidades funcionales de la organización.

http://www.catedraderamiro.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario